Freud: cuando el padre del psicoanálisis necesitaba terapia…

Sigmund Freud es famoso por haber convertido los sueños en mapas, los lapsus en confesiones y el complejo de Edipo en tema de sobremesa. 

Dicho de otra manera, si la mente humana fuera una casa, Freud fue el primero en abrir el sótano y decir: “Aquí hay cosas raras, pero interesantes”.

¿Pero cuál era su punto débil? su obsesión por encajar todo en el molde del deseo sexual reprimido...

¿Tienes miedo al éxito? Libido. 

¿Sueñas con ascensores? Libido. 

¿Te gusta el chocolate? Libido. 

¿No te gusta el chocolate? Libido también...

Su enfoque fue revolucionario y también reduccionista. 

Como si la mente humana fuera una novela erótica con prólogo filosófico. 

Muchos de sus discípulos (como Jung) se rebelaron precisamente por eso: porque no todo puede explicarse por el deseo se acostarse con, o competir con...

Freud abrió la puerta a entender el inconsciente, pero se quedó atrapado en su propia teoría, demostrando una tendencia a sobreinterpretar.

¿Qué nos enseña su tendón? Que incluso los pioneros pueden quedarse atrapados en sus propias ideas, porque la mente humana es más compleja que cualquier teoría. 

Porque si, a veces, un café es sólo un café… aunque Freud dijera que no.

Así que la próxima vez que alguien te diga que tus gustos o aficiones le resulten chocantes... respira hondo y sonríe. 

Puede que sí lo sean....Y también puede que no...

Pero lo verdaderamente importante es que TÚ eres más que cualquier molde teórico.

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