Feliz Día de la Salud Mental

Y no, no hace falta que te pongas una camiseta con un eslogan chulo ni que reenvíes un vídeo sobre el tema con música épica… hoy celebramos (o deberíamos) algo mucho más íntimo: nuestra capacidad de seguir adelante.

Porque estoy segura de que tú también has sobrevivido a días en los que el despertador sonaba como una alarma de incendios emocional, has lidiado con pensamientos (muy) incómodos, con silencios (muy) ruidosos, con decisiones que dolían o abrasaban el alma y con momentos en los que el “todo bien” era más una respuesta de protocolo que una verdad.

Y aún así, aquí estás, con tus procesos abiertos, tus objetivos en borrador, tus ganas a ratos y tu humor como salvavidas.

Pues eso merece una ovación, o al menos un café con brindis interno.


Este día no va de perfección ni de postureo. 

Va de reconocer que cuidar tu salud mental es un acto de valentía cotidiana.

Va de revisar tus logros (incluso los que nadie aplaudió), de mirar con cariño tus zonas en obras y de seguir soñando aunque el camino tenga baches, curvas y algún que otro socavón existencial.

Así que hoy, más que celebrar, RECONÓCETE.

Haz una pausa.

Respira.

Y si puedes, escribe aquellas cosas que te hacen sentir orgullos@ de ti mismo, aquellas que estás intentando mejorar y esos objetivos que, aunque parezcan lejanos, siguen siendo tuyos.

Porque tu salud mental no es una campaña, ES TU HISTORIA (y tú eres el/la protagonista, no el eslogan)…

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