El efecto Forer

Dime si lo has pensado alguna vez…

Has leído tu horóscopo y puede que el de todo tu grupo de amistades y/o familiares, has visto la evaluación psicoastral del significado de tu nombre, o has hecho un test en redes sociales y, de repente, parece que te están describiendo con una precisión asombrosa…

"Soy justo así" piensas, sintiéndote visto y validado. Pero aquí hay truco: millones de personas piensan exactamente lo mismo al leer esas mismas frases.  


Bienvenido al Efecto Forer, uno de los sesgos cognitivos más fascinantes que nos hace creer que descripciones vagas y generales son increíblemente acertadas para nuestra personalidad individual. 

Este fenómeno lleva el nombre del psicólogo Bertram Forer, quien en 1948 realizó un experimento brillante: les dio a sus alumnos un test de personalidad y, al final, entregó a todos el mismo análisis genérico pero convincente. ¿El resultado? La mayoría calificó la evaluación como extremadamente precisa.  

Y ahora pregúntate: ¿Por qué caemos en el efecto Forer?

Nuestro cerebro es un campeón en buscar patrones y significado en la información que recibimos. 

Cuando leemos frases como "A veces dudas de tus decisiones, pero en el fondo sabes lo que quieres" o "Disfrutas la compañía, pero a veces necesitas tu espacio", podemos sentir que nos están leyendo como un libro abierto. 

Y, claro, ¿quién no se va a sentir identificado con algo así en algún momento?

Además, tendemos a aceptar con más facilidad afirmaciones positivas sobre nosotros mismos. 

Si un test dice "Tienes un gran potencial y una personalidad única", es difícil no asentir con orgullo. Si en lugar de eso te dijera "Eres bastante olvidable y tu sentido del humor es cuestionable", la historia sería otra  ¿no crees?

Y ahora lo más relevante, evidencias de este sesgo están por todas partes. Algunos de los lugares donde más lo vemos son:  

- Horóscopos. A menos que un astrólogo te diga "Mañana te caerás bajando las escaleras",  la mayoría de las descripciones zodiacales son lo suficientemente abiertas como para que cualquiera se sienta identificado y cree el “vicio” de leer esta sección periódicamente.  

- Tests de personalidad online. Ojo con estos que te dicen si eres más "lógico" o "emocional", pero en realidad están diseñados para encajar con casi cualquier lector.  Además, no tiene  base científica ninguna por detrás.

- Lecturas de cartas o astrología. Aquí voy a abrir un melón, y seguro que levanto ampollas y puede que hasta genere haters. El tarot, las cartas astrales, leer los posos de café, leer las líneas de la mano, …y todas esas prácticas por el estilo, pueden presentar afirmaciones que, sin ser necesariamente incorrectas, son tan amplias que cualquier persona podría encontrarles sentido. Pero NO son ciertas.

- Psicología pop en redes sociales. De estas hay muchas ultimamente y reconozco que para mi son como leer el tebeo en la sala de espera del dentista… ¿Te suenan publicaciones del tipo “personalidades según tu café favorito", “si te acuestas tarde la psicología te dice qué tipo de persona eres"?… pues ¡ea! Más de lo mismo (aunque quizás algo más entretenido). 

Si he logrado que te pique la curiosidad con este tema y quieres ver cómo este fenómeno se presenta en la ficción, aquí te dejo algunas recomendaciones:  

- Serie “El mentalista”: La serie sigue a Patrick Jane, un vidente reformado que usa técnicas psicológicas, incluyendo el efecto Forer, para manipular a otros y resolver casos.  

- El libro "Los engaños de la mente" de Stephen Macknik y Susana Martínez-Conde. Este libro explica cómo los magos usan la psicología y los sesgos cognitivos para hacer que veamos lo que no está realmente ahí.  

Para acabar te diré que tod@s podemos ser víctimas del efecto Forer. No es que seamos ingenu@s, es que nuestro cerebro quiere creer en lo que le suena acertado. 

La próxima vez que leas una descripción que parezca escrita especialmente para ti, pregúntate si podría aplicarse a casi cualquiera. 

Y si aún así sientes que te describe con precisión, al menos disfrutarás el misterio de cómo funciona nuestra mente.  

Ahora dime…¿Has caído alguna vez en el efecto Forer sin darte cuenta? Ahora que lo conoces, seguro lo detectarás más fácilmente. 

Aunque claro… si digo que eres una persona curiosa y analítica, probablemente estaré acertando. ¿O no? 😉


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