Cuando tener las ideas claras te mete en líos… (mentales y sociales)

Hay una etapa en la vida, llamémosla “la era del filtro emocional activado” en la que un@ deja de coleccionar gente como si fueran imanes de nevera, y ya no te interesa acumular followers, sino paz mental. 

Y claro, eso tiene un precio, y si, empiezas a generar más haters que likes. Pero no es porque seas mala persona, sino porque has desarrollado la peligrosa habilidad de saber lo que no quieres.

Y eso es, o hacen que parezca, algo completamente revolucionario.

Decía Goethe “El talento se educa en la calma, el carácter en la tormenta”… yo añado: “y los juicios en la cola del súper” 

Goethe, que no debió lidiar con muchos trolls, lo que no dijo es que en cuanto muestras carácter, aparece alguien con una lupa y un máster en “cuestionología” para analizar si tu talento es real o solo una ilusión óptica.

¿Por qué ocurre esto? Porque mostrar carácter implica poner límites. Y los límites, en una sociedad que a veces confunde amabilidad con disponibilidad infinita, son como ponerle contraseña al WiFi en una cafetería: la gente se enfada.

¿ Quizás eres una persona con las dudas demasiado claras? NO PASA NADA.
Porque tener hoy en día las dudas claras es un superpoder. Significa que has hecho un trabajo interno, que has buceado en tus propias contradicciones y has salido con una brújula emocional. No te garantiza que sepas a dónde vas, pero sí que sabes dónde no vas a volver.

Y eso, en Psicología, es casi como tener el carnet de conducir de tu propia mente.

Aquí viene la paradoja de la salud mental.
Tener salud mental, es decir, saber quién eres, qué quieres y qué no toleras, no te eximirá de malestares. 
De hecho, te abrirá las puertas de par en par a un nuevo tipo de estrés: el de gestionar a las personas que no están acostumbradas a que alguien como tú sepa qué sí y sobre todo qué no, porque tu claridad parece ser un espejo que les muestra su propio caos, y en vez de agradecerte el reflejo, se pican, patalean, no respiran y te culpan por encenderles la luz.

Y de repente, tienes que lidiar con:

• Gente que cree que decirles “no” es que estás siendo agresiv@.
• Personas que confunden tu firmeza con arrogancia.
• Y los que abusan de los clásicos y te dicen aquello de “has cambiado/ya no eres la/el mism@”, cuando en realidad solo has dejado de tolerarles tonterías e imbecilidades.

Dicho de manera resumida: claridad mental = caos social (eso sí, con estilo).

No te sientas mal ni permitas que ningún ser de oscuridad de este calibre, te haga sentir menos de lo que vales. 

Tener las ideas claras es como tener un buen paraguas en medio de una tormenta. 
No evitará que llueva, pero al menos no te empaparás. 
Y si, los que se mojen te mirarán mal por no compartir el paraguas… pero tú sabes que NO ES EGOÍSMO, ES AUTOCUIDADO.

Ladren lo que ladren, y ladren quienes ladren…

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