El sentido del humor es una herramienta poderosa para enfrentar la vida.
Nos permite ver las situaciones desde una perspectiva diferente, aliviar el estrés, conectar con los demás, e incluso nos ayuda a encontrar soluciones creativas.
¿Pero qué pasa cuando no nos nace la sonrisa?
En esas circunstancias, es útil rodearnos de personas que nos hagan sonreír y que nos ayuden a transformar un día gris en uno lleno de luz, lo cual tiene efectos también en nuestros niveles hormonales.
Nuestros niveles de oxitocina ("hormona del amor") y de serotonina ("hormona de la felicidad") aumentan, contrarrestando los efectos del cortisol ("hormona del estrés").
Combinar la resiliencia con un buen sentido del humor nos facilitará enfrentar la vida con nuestra mejor versión, ayudando a mantenernos fuertes, positivos y conectados con los demás.
Así que, la próxima vez que enfrentes un desafío, recuerda: sé resiliente, busca el lado divertido de la situación y rodéate de personas que te hagan sonreír.
¡Tu mejor versión está siempre a tu alcance!
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