¿“Conviviendo” con “elefantes” sin carnet de Mahout?…

Seguramente has escuchado o usado alguna vez la expresión "hay un elefante en la habitación".

Esta expresión suele ser muy empleada en inglés para referirse a un tema o una situación evidente que incomoda a todos los implicados, pero que sin embargo se ignora o evita tratar, y por tanto, se queda sin solucionar.


Últimamente reflexiono mucho sobre este tema. 

Tengo la sensación de que, sea por educación, sea por no parecer que vamos con un cuchillo entre los dientes, o sea por el motivo que sea, acumulamos tantos “elefantes”, que llega un momento en que hay que plantearse si te sacas el carnet de Mahout y montas un show, o empiezas a ganar, mejor dicho, recuperar espacio (y comodidad).

Pero…¿por qué motivo aparecen estos “elefantes”?

La respuesta es tan variada como personal: miedo, no saber cómo afrontar el problema/tema, falta de confianza, orgullo, vergüenza, culpa…

Aunque uno pueda llegar a acostumbrarse a la presencia del “elefante”, lo cierto es que a largo plazo, el ignorarlo o evitar afrontarlo suele empeorar las cosas y genera más problemas, más estrés y más sufrimiento.

Las relaciones humanas en teoría son muy sencillas, pero en práctica, no suelen serlo tanto.

Expresar nuestros sentimientos y necesidades es importante y hacerlo sin ofender a los demás, es esencial. Pero a veces, la sensibilidad no es muy objetiva… y he aquí el gran talento a desarrollar: nuestra sensibilidad a percibir la sensibilidad de los demás (y lo digo como trabajo en equipo o de convivencia).

Sinceramente, me parece muy triste que uno se plantee convivir con uno o varios “elefantes”, simplemente porque comunicarse de manera higiénica le parezca un trabajo de dificultad máxima.

Expresar lo que uno siente o piensa nunca debería ser motivo de discusión, sino de construcción (o de reconstrucción).

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