Después de unas intensas Navidades, retomamos nuestros Domingos de Catarsis.
En esta ocasión os propongo una actividad de atención plena con la que poder relajarnos, reducir el estrés y la ansiedad y mejorar así nuestro bienestar y salud.
El ejercicio consiste en sonreír conscientemente, aunque no tengamos ganas o motivos para hacerlo.
Al sonreír, nuestro cerebro libera endorfinas, que son unas sustancias químicas que nos hacen sentir bien y que reducen el dolor y el estrés.
Al mismo tiempo, al sonreír, enviamos una señal positiva a nuestro cuerpo y a nuestro entorno, que nos ayuda a mejorar nuestro ánimo y nuestra autoestima.
Para realizar este ejercicio busca un lugar tranquilo y cómodo, donde no te molesten ni te interrumpan.
Puedes hacer este ejercicio en cualquier momento del día, pero te recomiendo que lo hagas por la mañana, para empezar el día con energía y optimismo.
Siéntate o acuéstate en una posición relajada y cierra los ojos.
Respira profundamente y exhala lentamente.
Repite este proceso varias veces, hasta que sientas que tu cuerpo y tu mente se relajan.
Después, empieza a sonreír suavemente, sin forzar ni tensar los músculos de tu cara.
Imagina que tu sonrisa se extiende por todo tu rostro y que llega hasta tus ojos, tus orejas, tu nariz y tu frente.
Siente como tu sonrisa te hace sentir más feliz y más tranquil@.
Manténla durante unos minutos y piensa en las sensaciones que te produce.
¿Qué sientes?
¿Cómo te sientes?
Intenta disfrutar de esas sensaciones.
Si te vienen pensamientos negativos, preocupaciones o problemas, trata de ignorarlos y vuelve a centrarte en tu sonrisa.
Piensa que tu sonrisa es más fuerte que cualquier dificultad y que te da la confianza y la seguridad para afrontar cualquier situación.
Cuando quieras terminar el ejercicio, abre los ojos lentamente pero sigue sonriendo y proponte seguir sonriendo durante el resto del día.
Que nada ni nadie te robe ese momento.
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