Nuestras creencias y valores son el resultado de nuestras experiencias, nuestros aprendizajes, nuestras influencias y nuestra personalidad, y nos ayudan a interpretar y actuar en el mundo.
Sin embargo, a veces pueden ser limitantes, erróneas o inadecuadas y nos pueden impedir alcanzar nuestros objetivos, mejorar nuestro bienestar o adaptarnos a los cambios.
¿Crees que es posible cambiarlos?
Cambiar no es una tarea rápida ni fácil y no es una capacidad mágica sino que requiere mucha auto-critica, implicación personal, constancia, esfuerzo y flexibilidad.
Y si bien es cierto que cambiar ahora parece ser un imperativo pautado por la realidad, ya sabes “o te mueves o caducas”, TÚ puedes elegir. Porque tampoco se trata de cambiar por cambiar, sino de mejorar, de crecer y de adaptarse mejor a los tiempos venideros.
Ya lo decía Darwin, en su teoría de la selección natural, quien se adapta, mejor sobrevive.
¿Y tú qué opinas?
Estaré encantada de leer tus comentarios.

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