¿Alguna vez te has sentido herido o decepcionado por alguien que te pidió perdón, pero no lo hizo de forma sincera?
¿Has notado que sus disculpas estaban llenas de excusas, justificaciones, reproches o condiciones?
Si es así, es probable que hayas sido víctima de las falsas disculpas, una estrategia de manipulación, que para algunas personas, su uso es bastante frecuente a la hora de evitar asumir su responsabilidad y reparar el daño que han causado.
Las falsas disculpas, también conocidas como “fauxpologies”, son aquellas que no expresan un verdadero arrepentimiento, ni una intención de cambiar o mejorar.
Al contrario, son una forma de evadir la culpa, de minimizar el problema, de culpar a la otra persona o de buscar su compasión.
Algunas señales que nos pueden indicar que estamos ante una falsa disculpa son las siguientes:
• Justifican el motivo de la disculpa haciéndola perder valor. Por ejemplo: "Lo siento si te ofendí, pero tú también me provocaste".
• Evitan reconocer sus actos y los atribuyen a factores externos o generales. Por ejemplo: "¡No podía hacer otra cosa!" o "Las cosas se desmadraron".
• Emplean frases ambiguas y no especifican por qué están pidiendo perdón. Por ejemplo: "Perdón por todo".
• Emplean expresiones que invalidan los sentimientos o las percepciones de la otra persona, para hacerle sentir culpable o para presionarle para aceptar la disculpa. Por ejemplo: "Ya te pedí perdón, ¿qué más quieres?".
¿Por qué hay personas que se disculpan a medias o por qué las disculpas no son sinceras?
Puede haber diferentes motivos:
• Evitar asumir su responsabilidad y así escapar de las consecuencias de sus actos.
• Minimizar el problema o el daño que causaron, y así reducir el impacto negativo en tu percepción sobre esa persona.
• Desviar la culpa hacia otras personas u otros factores ajenos a el/ella, y así venderse como una víctima de otros u otras circunstancias.
• Buscar la compasión de la otra persona, y así manipular sus sentimientos o su voluntad.
¿Y cuál es el impacto psicológico que causa recibir disculpas y descubrir que eran falsas?
Evidentemente el impacto será negativo.
Las relaciones humanas se basan en la confianza y en el respeto.
Un error lo puede cometer cualquiera pero tapar un error con una falsa disculpa y descubrirlo, no sólo pone en riesgo la confianza en esa relación, sino también nuestra salud mental y emocional, especialmente si se repiten con frecuencia o provienen de personas significativas para nosotros, como nuestra pareja, nuestra familia o nuestros amigos.
Algunas de las consecuencias que pueden derivarse son las siguientes:
• Sentimientos de frustración, decepción, tristeza o rabia, al no sentirnos respetados, valorados o escuchados por la otra persona.
• Pérdida de confianza, tanto en la otra persona como en nosotros mismos, al dudar de su sinceridad o de nuestra capacidad para detectar sus mentiras.
• Daño en la autoestima, al creer que merecemos ser tratados de forma injusta o que somos responsables de lo que nos pasa.
• Deterioro de la relación, al generar un clima de desconfianza, resentimiento, distancia o conflicto.
• Estrés, ansiedad o depresión, al sentirnos atrapados en una situación que nos hace sufrir y que no podemos cambiar.
¿Qué podemos hacer ante las falsas disculpas?
Para poder reconocer unas falsas disculpas, debemos prestar atención a las señales que hemos mencionado antes, y también a nuestro propio instinto, que nos puede alertar de que algo no está bien. También podemos contrastar las palabras con los hechos, y ver si la persona que nos pide perdón muestra una actitud coherente y congruente con su disculpa.
Una vez que las identificamos, podemos actuar de diferentes formas, según el tipo de relación que tengamos con esa persona y el daño que nos haya causado:
• Expresar nuestro malestar y nuestra decepción, y pedir una disculpa sincera y genuina, que reconozca el error, que muestre empatía y que proponga una solución.
• Establecer límites y condiciones, y dejar claro qué esperamos de la otra persona y qué consecuencias tendrá si vuelve a repetir su comportamiento.
• Alejarnos o cortar el contacto con esa persona…
Y sea cual sea la decisión que adoptemos, siempre buscar el apoyo, la empatía y el cariño de quien realmente te cuide, te comprenda y esté a tu lado.
No debemos permitir que nos hagan daño ni que nos hagan dudar de nuestro valor o de nuestra realidad. Recordemos que una disculpa verdadera implica reconocer el error, mostrar arrepentimiento, pedir perdón, reparar el daño y evitar que se vuelva a producir.
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