¿Sabías que los abrazos son una manera de mejorar tu autoestima?
Un abrazo es mucho más que un simple gesto de afecto, apoyo y/o consuelo.
- Los abrazos nos hacen sentir queridos, apreciados y valorados por las personas que nos abrazan. Esto nos hace tener una imagen positiva de nosotros mismos, y aumentan nuestra confianza y seguridad.
- Nos hacen sentir protegidos, acompañados y apoyados, de manera que percibimos que no estamos solos y que contamos con alguien en quien podemos confiar y a quien pedir ayuda.
- Además, los abrazos reducen nuestros niveles de estrés al liberar hormonas como la oxitocina, la serotonina y las endorfinas, hormonas relacionadas con el placer, el bienestar y la felicidad. El beneficio inmediato es que nos sentimos más optimistas, positivos y alegres.
- Los abrazos nos conectan, nos hacen sentir más humanos, más empáticos con la persona a quien abrazamos y aquel a quien abrazos le hacemos sentir mejor comprendido. Y esto es lo más bonito de todo, ya que las dos partes podemos sentir que formamos parte de algo en la que los dos nos reconocemos como importantes el uno para el otro, bien sea por un vínculo familiar, de amistad o de amor.
Pero ¿qué sucede cuando no puedes abrazar a una persona, o cuando la persona de quien necesitas el abrazo ya no está o no puede dártelo?...¿Se puede abrazar sin brazos?
SI, porque la ACTITUD también abraza.
Puede que rodear con nuestros brazos sea un gesto muy poderoso, pero cuando no es posible, nuestra actitud puede también abrazar a quien nos importa: nuestra voz, nuestras palabras, nuestro cariño, nuestra atención hacia esa persona...
Si puedes elegir, y eliges los primeros, mi consejo es que disfrutes cada abrazo que puedas dar y recibir.
Si no es accesible para ti, porque la persona está lejos, valora la actitud y déjate abrazar con ella también.
Y dado que el tiempo vuela, insisto, DISFRUTA DE CADA ABRAZO QUE DES Y RECIBAS, porque lamentablemente ningún tipo de abrazo está asegurado eternamente, pero lo que si podemos asegurar es lo que hemos sentido durante esos abrazos, los cuales podemos convertir en recuerdos eternos que nos abracen cuando más los necesitemos.
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